¿Una declaración de amor?
Suecia estaba frente a él, con la mirada penetrante de siempre y la sombra de algo que no sabía distinguir en los ojos. El danés parpadeó y luego soltó una carcajada mecánica, internamente perturbado.
-¡Muy buena broma, Su! -dijo, sin dejar de reír. Porque era una broma, ¿verdad?
Simplemente se alejó hacia la puerta sin parar
(
Read more... )